viernes, 22 de febrero de 2013

LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA: Un reto para la gestión educativa

Nuestra sociedad actual demanda agentes educativos capaces de dimensionar la educación, de transformar los escenarios escolares, sujetos comprometidos con su vocación, abiertos al cambio, al mejoramiento continuo y al manejo de nuevas herramientas que les ayuden a mitigar las barreras limitantes del progreso social.

¿Qué es una buena práctica de gestión?

Una buena práctica se identifica, valorándola de acuerdo a diez criterios básicos que son: • Fundamentación • Pertinencia • Consistencia • Madurez • Empoderamiento de actores • Resultados e impactos • Evaluación y seguimiento • Replicabilidad/transferibilidad • Sostenibilidad • Innovación Para realizar una adecuada valoración de la práctica de gestión, se otorga un puntaje a cada criterio entre 0% y 100%, se establece el promedio total, si el resultado es un valor superior al 70% o mayor, la práctica de gestión se considera relevante. Los pasos para la implementación de las prácticas de gestión son: planeación, ejecución, seguimiento y evaluación. La falta de planificación, definición y evaluación de los procesos adecuados para gestionar estas prácticas, son algunas de las causas por las cuales los agentes educativos no logran un accionar eficiente frente a los retos que implica la calidad de la educación. Tomado de: “Aprendizajes para mejorar. Guía para la gestión de buenas prácticas”. Ministerio de Educación Nacional

LA EDUCACIÓN


jueves, 21 de febrero de 2013

Las prácticas de gestión en mi institución Educativa




Antes de presentar las prácticas de gestión de mi  institución educativa,  menciono algunas de las grandes debilidades que se evidencian allí, entre ellas: clima laboral competitivo, bajo sentido de pertenencia, intolerancia,  y exclusión social de la población menos favorecida.
Algunas de las prácticas de gestión utilizadas para afrontar estas dificultades son:
·         Integración de la comunidad vulnerable con el resto por medio de  la formación de espacios para el conocimiento y la creación de capitales sociales y culturales que le posibilitan a los estudiantes comprender su entorno y potenciarse en la aceptación de la diversidad. Estos espacios son: los comités de convivencia, los proyectos pedagógicos y de desarrollo institucional, los cuales buscan fundamentar los valores humanos promoviendo  la armonía corporativa y el desarrollo humano en todas sus dimensiones.
·         Implementación de estrategias eficientes orientadas a optimizar las condiciones de permanencia e inserción escolar a través del mejoramiento de los ambientes de aprendizaje y diversas  intervenciones integrales enfocadas en las necesidades educativas especiales de los estudiantes.
·         Creación del buzón de sugerencias para lograr el mejoramiento continuo, el éxito sostenido de la Institución y el cumplimiento y seguimiento del Manual de Convivencia.
·         Consolidación del clima y bienestar laboral a través de diferentes espacios que fomentan y fortalezcan las relaciones interpersonales.
·         Actualización continua e  investigación institucional que permiten articular los procesos institucionales con las necesidades sociales educativas afín de transformar la sociedad.
·         Generación de individuos éticos, honestos y con responsabilidad social a través de una propuesta pedagógica  holista que promueve una educación de calidad.
En todos los niveles se tiene presente el horizonte Institucional que tiene la comunidad educativa, re-direccionándolo a su proyección y divulgándolo a todo el personal y formando oportunamente a  los gestores educativos para enlazar  la herramienta con su trabajo.
Por otro lado,  la investigación ha llevado a innovaciones creativas para el mejoramiento continuo ya que las estrategias utilizadas amplían el contexto de desarrollo aprendiendo de las pasadas experiencias, aplicándolas en el presente y planeándolas para el futuro.
 La institución busca constantemente la calidad basándose en 8 principios elementales que son: direccionamiento al cliente, liderazgo transformacional, participación activa, método fundado en procesos, enfoque de sistema para la gestión, mejoramiento continuo, orientación basada en hechos para la toma de decisiones y relaciones mutuamente beneficiosas con los proveedores y otras entidades. Estos principios son valorados y autoevaluados periódicamente con el fin de retroalimentar la mejora Institucional. 

Aprendizajes para mejorar los procesos educativos


Identificación de buenas prácticas de gestión y su mejoramiento con enfoque sistémico

El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación Nacional propone en su Plan de Desarrollo una revolución educativa que busca  entre otros objetivos importantes: ampliar la cobertura en todas las regiones, alcanzar la calidad de la educación y mejorar la eficiencia del sector educativo.  Esta propuesta debe sostenerse, validarse y viabilizarse en el tiempo, afín de garantizar a los estudiantes procesos de aprendizaje significativos, posibilidades de permanecer en las aulas y oportunidades para mejorar su calidad de vida. Esta revolución educativa pretende transformar la totalidad del sistema de forma dimensional en pro de llegar a las metas trazadas. Todo este asunto es responsabilidad de todos, pero especialmente a los agentes educativos nos conlleva a fortalecer la descentralización, promover  la autonomía, establecer políticas educativas más pertinentes y prácticas pedagógicas más relevantes y trascendentes.  
Para que la educación pueda cumplir su rol fundamental, es necesario vincularla a las políticas públicas. La dinámica del desarrollo a partir de la perspectiva de la educación como elemento referencial del proceso de formación de capital social, cultural y humano, resulta indispensable para la productividad, la capitalización económico-social y el progreso de una nación. En ese sentido, la labor cotidiana del gestor educativo desde su liderazgo transformacional y visión sistémica debe apuntar al desarrollo del país, a apostarle a la educación como el mayor de los retos presentes y futuros llevando a cabo las transformaciones que deben realizarse con urgencia para afrontar de manera acertada las problemáticas y exigencias globales propias de la época.
Para realizar ajustes importantes en los entornos escolares lo primero que se debe tener en cuenta es la detección de problemas o necesidades a nivel institucional y la implementación de prácticas de gestión acordes, que ayuden a resolver estas dificultades.  La evaluación constante de las prácticas en ejecución juega un rol esencial en ese aspecto.